DIOS UN PADRE BUENO

“Padre nuestro que estas en los cielos”…

Esta sola parte de la oración que el Señor Jesús nos enseñó, nos dice algo tan profundo.

A la vez, en nuestra vida como mortales, quienes hemos tenido la oportunidad de ser padres, sabemos que es una clase de amor que no se puede explicar simplemente… Amamos sin condiciones, sin egoísmo, tratando de dar lo mejor para ellos, queriendo que tengan el mejor futuro, dentro de lo que sabemos y podemos, tratando de pasarles nuestro conocimiento, nuestra experiencia, que no cometan los mismos errores, diciéndoles si, pero muchas más veces NO, porque de grandes, finalmente tomaran sus propias decisiones y espero se acuerden de mis consejos… perdonándoles tantas cosas y que muchas veces de pequeños nos parecen divertidas y mágicas… En mi experiencia muchas veces la ayuda torpe que me han brindado de pequeñitos ha sido más un problema que una solución, pero valoro tanto la intención, aunque la limpieza u otra tarea, por más voluntariosa que la hagan, lo cierto es que finalmente termino haciéndola yo, de manera correcta, pero aprecio esa ayuda.

Que interesante lo que Jesús dijo … “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!.

Dios, mejor que cualquier Padre terrenal, no nos da todo lo que caprichosamente podríamos querer… tal como lo hacemos con nuestros hijos… Si, nos dará lo que sea bueno.

Una de las cosas que creo más nos cansa a los padres con nuestros hijos, es decirles varias veces lo mismo sin que hagan caso de ello… si, la obediencia, es el mejor de todos los regalos que nos pueden dar… cuando me obedecen, definitivamente, es el regalo que más aprecio y el que más sirve en todas las situaciones, creo que preferiría que no me ayuden en nada o me den ningún regalo más que me Obedezcan… Y no es porque tenga yo una agenda egoísta para mi beneficio. Es para el beneficio de ellos mismos…

Bueno, al rato de espera y luego de una reflexión por parte de mis pequeños, obedecen, saben que es bueno, saben que los amo.

Después de todo esto… sabiendo que somos solo unos mortales… que más creen ustedes que Dios haría por nosotros?.

¿Y crees que al Señor le gustan tus holocaustos y ofrendas más que la obediencia a sus palabras? Entiende que obedecer al Señor es mejor que ofrecerle sacrificios, y que escucharlo con atención es mejor que ofrecerle la grasa de los carneros.

1 Samuel 15:21

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